Claro que me encantaría dejar de huir de ti,
aunque sé que no me estás siguiendo.
Si tan sólo fuera más listo
dejaría que el sentido fuese carecer de éste.
No estoy aquí por ningún motivo,
no vale la pena discutir.
No importa si dejo huellas
ni las supersticiones que tenga
todas las hojas caen
así recen por no hacerlo
y yo, inevitablemente
me encontraré contigo.