Las canciones no solo se escuchan, también se ven. Un buen cover, un vinilo con arte que cuente una historia o un visualizer con identidad propia pueden hacer que la música resuene más allá de los oídos.
Las ideas pesan menos cuando se pueden ver. Un buen diseño editorial, una ilustración con carácter o una portada bien pensada pueden transformar una historia en algo que se queda en la retina.
No es solo estética, es identidad. Desde la portada de un álbum hasta el cartel de un evento, cada pieza visual cuenta algo. Lo importante es que cuente bien.
La vida es muy corta como para no hacer lo que uno ama. Las ideas no deberían quedarse en el papel. Transformemos tus pensamientos en proyectos con alma.